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Calderas de segunda mano, ¿una opción fiable?

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Un profesional cualificado y acreditado nunca afirmará que una caldera de segunda mano es una opción fiable. Se trata de una práctica cada vez más extendida entre la población y que preocupa a los instaladores y empresas de instalación de calderas que cumplen con todas las normativas exigidas. Los problemas económicos son normalmente el motivo principal por el cual algunas familias se arriesgan a comprar calderas de segunda mano. De todas maneras, como dice el refranero popular “lo barato sale caro”.

Las recomendaciones de RoigSat para hacer el cambio de caldera

  1. Consulta con un profesional del sector que te indique cuál es el estado actual de tu caldera. Es importante que estos aparatos no continúen funcionando más allá de los diez años de vida. A partir de este periodo las reparaciones se multiplican y sale más a cuenta comprar una nueva que continuar manteniendo la vieja.
  2. Cambiar de caldera también supone un ahorro económico y energético a largo plazo, ya que las máquinas actuales son cada vez más eficientes: calientan antes, mejor y con un gasto energético mucho menor.
  3. El profesional te asesorará sobre el tipo de caldera y modelo que mejor se adapta a tu hogar y tus necesidades.
  4. Desde RoigSat recomendamos uno de nuestros modelos eficientes, modernos y nuevos: Trabajamos con marcas de referencia en el sector de la climatología como son: Vaillant, Chaffoteaux y Baxiroca.
  5. El profesional no solo te guiará en cuanto al modelo y marca de la caldera, también te asesorará sobre la energía que mejor se adapta a tus necesidades: ¿Gasóleo? ¿Gas? En este artículo puedes salir de dudas.

 

Motivos para NO comprar una caldera de segunda mano

  1. Puedes contratar a un profesional acreditado para su instalación, pero solo te podrá garantizar una buena instalación y hacer el mantenimiento posterior. Así que las averías que surjan y otras problemáticas no estarán cubiertas en ninguna garantía.
  2. Una caldera de segunda mano seguramente no tendrá una garantía vigente, lo que provocará que cualquier avería o cambio de piezas las tengas que asumir personalmente.
  3. Es muy difícil conocer el estado de una caldera de segunda mano. Aunque las piezas parezca que están en orden, no es posible conocer cómo ha sido el funcionamiento durante su vida útil anterior.
Cambio de caldera

¿Cada cuanto tiempo debo cambiar mi caldera?

Cambio de caldera

Calefacción, agua caliente, bienestar… Nos jugamos mucho con nuestra caldera y más en los meses del invierno, durante los cuales una avería que nos haga pasar frío en casa y ducharnos también con agua fría puede suponer un gran inconveniente, sobre todo si hay niños pequeños. Los profesionales recomiendan revisar la caldera anualmente (aquí puedes informarte de nuestros packs de mantenimiento) para evitar sorpresas a pesar de que, si tu electrodoméstico ha superado una década de vida, por seguridad, apuesta por el cambio de caldera.

¿Cómo puedo saber si tengo que cambiar mi caldera?

Como ya hemos comentado, es importante que el electrodoméstico no supere los diez años de uso, de todos modos, te dejemos algunos puntos a tener en cuenta y que tendrían que hacerte reflexionar sobre la necesidad de que cambies tu caldera:

  1. Si supera los diez años de vida.
  2. No cumple las normativas de seguridad.
  3. Se avería con frecuencia.
  4. Se ha estropeado una pieza importante como el motor (cambiarla puede ser más caro que instalar una nueva).
  5. Tiene muchos años y ya no está en garantía.

 

¿Qué mejoras conseguiré con un cambio de caldera?

Muchas personas son reticentes a hacer el cambio de caldera e intentan aguantar el máximo de tiempo posible antes de decidirse. En la mayoría de casos la razón principal tiene que ver con cuestiones económicas. Aun así, es importante preguntarse si sumando todas las reparaciones y la compra de nuevas piezas, ha merecido la pena. Muchas veces el gasto es el mismo que si se hubiera cambiado la caldera, y además con una nueva todavía durará unos cuántos años más y una vieja nos obligará a hacer una nueva inversión cuando finalmente deje de funcionar.

Si con esto todavía no estás convencido, hemos creado un listado con todas las razones para que cambies la caldera cuando llegue a los diez años o empiece a fallar:

  1. Una caldera nueva representa una tecnología más avanzada.
  2. Las calderas nuevas son más eficientes gracias al adelanto de las nuevas tecnologías.
  3. Proporcionan más calor y con un menor consumo de energía (ahorro en la factura).
  4. Contribuyes a la conservación del medio ambiente porque las calderas de última generación emiten menos gases de efecto invernadero a la atmósfera.

Si tienes que escoger un momento para el cambio de caldera, desde RoigSat te recomendamos cualquier estación, ya que dura solo unas horas. Por lo tanto, es rápido y en invierno no te quedarás sin calefacción y agua caliente muchas horas. Aun así, los meses de entre tiempo como la primavera y el otoño, son una buena opción, porque hay menos volumen de trabajo (en invierno y en verano hay muchas reparaciones de calderas e instalaciones de aires acondicionados).

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Las 5 averías más comunes en una caldera

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La caldera es uno de los electrodomésticos del hogar menos conocidos y más olvidados. Normalmente se encuentra ubicada en espacios pequeños y apartados, podríamos decir que casi escondida. Aun así, tiene una de las funciones más importantes: Proporcionar bienestar con la calefacción y el agua caliente. Por eso es muy importante hacer un buen mantenimiento. De todos modos, a veces pueden fallar, te explicamos cuáles son las 5 averías más comunes de la caldera.

 

Las averías más comunes en una caldera

Todos los electrodomésticos presentan averías cuando ha pasado cierto tiempo desde que están en funcionamiento. Averías que se multiplican en el caso de no hacer un buen mantenimiento. Te explicamos cuáles son las más comunes:

  1. La bomba de recirculación deja de funcionar. Se trata de una de las averías más habituales y provoca que la calefacción se apague de repente y sea imposible mantenerla encendida y en funcionamiento. En este caso es necesario la reparación por parte de un profesional que tendrá que desmontar la caldera.
  2. La salida de humos se obstruye. Es fácil de detectar porque el panel electrónico de tu caldera te lo indicará. Es muy importante solucionarlo, ya que se puede acumular monóxido de carbono fruto del mismo funcionamiento de la caldera que si no se evacua correctamente, se acumulará.
  3. La sonda de temperatura no funciona. En este caso afectará al sistema de calentamiento del agua sanitaria. Se trata de uno de los problemas más frecuentes: la sonda de temperatura se estropea y no detecta si el agua está caliente y si tiene que dar la orden de calentar más cantidad.
  4. La bomba de presión se avería. También afecta al agua caliente, si esta bomba baja por debajo de unos niveles concretos no puede calentar el agua. En casos así es necesario regular la presión. Si ya es la correcta podría tener relación con la rotura de alguna de las válvulas, y quizás también la caldera puede sufrir alguna fuga de agua o un goteo.
  5. Acumulación de aire en los radiadores. Esta anomalía no afecta al aparato central, la caldera, pero puede provocar un funcionamiento incorrecto y más gasto económico. Si se acumula aire en los radiadores porque no se ha hecho un buen mantenimiento, ni se han purgado, es posible que hagan ruido y a la larga se puedan averiar otras piezas.

Tipos de calderas en el mercado de la climatización

Si buscas una caldera, desde RoigSat te ayudamos a escoger la que mejor se adapte a tus necesidades. No todos los hogares son iguales… Iguales de grandes, con los mismos espacios o materiales de construcción. Hay casas de 2 plantas, pisos o dúplex y algunas de estas viviendas tienen más de 50 años y otras son de obra nueva. Son detalles que se tienen que tener en cuenta para poder instalar una caldera que pueda calentar toda la casa o solo algunas habitaciones y que pueda hacer llegar agua caliente a todos los grifos. Hacemos un repaso de los tipos de calderas que se venden en el mercado de la climatización.

 

Clasificación de calderas en el mercado

 

A priori se pueden establecer dos grandes tipos de calderas: Las mixtas y de calefacción. La primera genera calefacción y agua caliente y la segunda solo calefacción.

 

  1. Calderas estancas. Son un tipo de calderas de gas y son consideradas como las más seguras del mercado por su cámara de combustión aislada herméticamente. Esto significa que el oxígeno que necesitan para hacer la combustión lo cogen del exterior.
    • Calderas de condensación: Son aquellas máquinas que aprovechan parte de la energía que se libera cuando el vapor de agua se condensa; es un tipo de caldera estanca. Estamos hablando, según los expertos, de las calderas más eficientes, ya que consiguen un consumo de combustible más pequeño (se puede reducir hasta un 30% el consumo de gas). Otro punto positivo es que la llama tiene una temperatura más baja que en otro tipo de máquinas y esto permite que expulsen menos gases NO y NO2 (óxido de nitrógeno). Se puede instalar en cualquier tipo de vivienda.
    • Calderas de emisión baja de NOx. Desde el año 2016 ya no se fabrican. Pero muchos hogares tienen este tipo de máquina que reduce la emisión de óxido de nitrógeno.
  2. Calderas atmosféricas. Se trata de un tipo de máquina ya obsoleto porque su funcionamiento es muy simple y antiguo: El compartimento de combustión es abierto, el aire utilizado para la combustión es el que hay disponible. Esto las hace más contaminantes y menos eficientes. Desde el año 2010 ya no se pueden instalar (sí que se pueden mantener las que se instalaron con anterioridad).

¿A cuántos grados de temperatura tiene que estar la caldera?

La caldera es el electrodoméstico más olvidado de todo el hogar y, sin embargo, el que más se utiliza. El agua caliente que sale del grifo y la buena temperatura de la calefacción, demuestra que usamos este aparato constantemente a pesar de que no nos damos cuenta. Por eso es también uno de los electrodomésticos que más energía consume. Te explicamos a cuántos grados de temperatura tiene que estar la caldera para hacer un buen uso de ella.

¿A cuántos grados de temperatura tiene que estar la caldera?

Pocos usuarios saben que la temperatura de la caldera se puede regular para conseguir ahorrar en tu factura de la luz. Antes de hacer nada tienes que tener en cuenta qué tipo de caldera tienes en casa:

  1. Caldera de condensación. Proporciona únicamente calefacción al hogar.
  2. Caldera que produce ACS. Una caldera que además de la calefacción también produce agua caliente sanitaria y no es necesario un calentador para la ducha o los grifos del resto de la casa.

La temperatura ideal de tu caldera

Una vez identificada la caldera los expertos recomiendan:

  1. Temperatura de entre 55 y 60 grados centígrados en las calderas de condensación. Hablamos exclusivamente de calefacción, así que los días de temperaturas muy bajas o especialmente fríos se tendría que incrementar algo más para conseguir que todo el hogar se caliente.
  2. En cuanto a las calderas que producen ACS también puedes regular la temperatura del agua que salga de los grifos. En los casos de calderas murales tendrá que oscilar entre los 40 y los 50 grados. Si hablamos de una caldera con acumulador, el mercurio tendrá que estar entre los 55 y los 60 grados. En realidad, el agua caliente la usamos para ducharnos, lavarnos las manos y los dientes y fregar los platos, actividades para las que no necesitamos temperaturas de 70 y 80 grados.

Por cada 5 grados de temperatura que se baje la caldera conseguiremos ahorrar alrededor de un 5% de energía.

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    3 consejos para la puesta a punto de la caldera

    Ya ha llegado el otoño y a pesar de que las temperaturas todavía se mantienen suaves, es cuestión de días que el termómetro empiece a bajar. Esto significa que necesitaremos que el agua de la ducha salga más caliente y que por las noches, quizás, necesitemos encender un poco la calefacción. Para no encontrarte con problemas con la caldera, la mejor prevención es un mantenimiento anual como el que hace RoigSat de la mano de sus técnicos especializados, aun así te explicamos algunos consejos para poner la caldera a punto con la bajada de las temperaturas.

    Consejos para poner a punto la caldera con la bajada de las temperaturas

    El cambio climático ha difuminado las fronteras entre las estaciones, pero el mes de octubre es la época durante la cual los termómetros ya empiezan a bajar y la caldera empieza a funcionar de nuevo a pleno rendimiento. Para evitar sorpresas, o, mejor dicho, avanzarnos a posibles problemáticas que puedan surgir a la puesta en marcha de nuevo de la calefacción, te damos 3 consejos para poner a punto la caldera.

    1. Comprobar que la caldera está conectada y en posición “calefacción/invierno”.
    2. Revisar que la presión se encuentre situada entre 1 y 1,5 bares. Si está por debajo, acciona la clave para llenarla hasta conseguir una presión mínima de 1.
    3. Haz una prueba encendiendo los radiadores y poniendo al máximo el agua caliente.

    Con estas comprobaciones podrás evitar averías que además de hacerte pasar frío en invierno pueden suponer un gasto económico importante.

    Ahorro energético con tu caldera

    Con la puesta a punto de la caldera se tiene que tener en cuenta, no únicamente que calefacción y agua caliente funcionan en perfectas condiciones, si no también que lo hagan de la manera más eficiente posible por dos motivos:

    1. Ahorro energético.
    2. Protección del medio ambiente.

    Para conseguirlo puedes ajustar el termostato entre los 19 y los 21 grados durante el día y no subir más de 17 por las noches. Cada subida de un grado significa un incremento del 7% en el gasto energético.